La comunicación no violenta (concepto desarrollado por Marshall Rosenberg) no consiste en hablar con voz suave ni en disfrazar lo que sentimos para no molestar. Al contrario: se trata de expresar con claridad y honestidad nuestras emociones y necesidades, sin atacar, sin manipular y sin generar conflictos.
Es una forma de hablar, y de escuchar, que pone en el centro la empatía. Que busca conectar, en lugar de imponer. Que transforma el conflicto en oportunidad. Porque, muchas veces, cambiando esa manera de hablar, cambia lo que los demás escuchan.
Rosenberg propone una estructura muy sencilla y eficaz para entrenar este tipo de comunicación. Define cuatro pasos que puedes integrar en tus conversaciones, especialmente en las más difíciles:
1.Observación: Describe lo que ves sin emitir juicios de valor.
2.Sentimiento: Explica cómo te sientes con respecto a lo que has observado.
3.Necesidad: Identifica qué es importante para ti en esa situación.
4.Petición: Propón una acción concreta y realizable para mejorar la situación.
¿Parece sencillo, no? En apariencia, lo es. Pero lo verdaderamente transformador ocurre cuando lo practicas. Porque empiezas a escuchar y a escucharte de otra forma. Y eso afecta no solo a lo que dices, sino a lo que generas en los demás.
Por eso, en este episodio de mi podcast, expongo varios ejemplos que te ayudarán a visualizar claramente diferentes situaciones en las que podemos entrenar y aplicar esta comunicación no violenta. Y, además, he incluido una plantilla descargable con el proceso en cuatro pasos que hemos comentado, para que puedas ir habituándote a ella y usarla a tu ritmo.
Recordemos que el propósito de esta serie sobre comunicación generativa es desbloquear tu capacidad de crear relaciones más conscientes, humanas y sostenibles, empezando por cómo te expresas, en las diferentes esferas y ámbitos de tu vida.
Porque, con pequeños cambios en las palabras, puedes lograr grandes cambios en tus relaciones.