🎧 → Claves para motivar, inspirar y construir relaciones con personas.
Seguramente, todos hemos vivido esta situación: intervenir en una reunión, en una conversación importante o en público y tener la sensación de que nadie te escucha, nadie reacciona, nadie conecta y, al poco tiempo, nadie recuerda lo que dijiste.
En esta serie de mi podcast ‘Repiénsate’ sobre comunicación generativa, hemos ido avanzando desde la escucha activa y la gestión del ego a la comunicación no violenta y la gestión de conflictos, hasta llegar a un punto fundamental. En concreto, en este sexto episodio, vamos a entrenar algo esencial si quieres liderar, inspirar o, simplemente, comunicar con más claridad y presencia: cómo captar la atención de los demás y, sobre todo, cómo dejar huella con lo que dices.
Y lo haremos dentro del marco de la comunicación generativa. Porque no se trata solo de hablar bien o sonar convincente; se trata de generar un impacto real. Que lo que dices no solo se oiga, sino que se comprenda, se recuerde y genere acción. Comunicar de forma más efectiva y eficiente.
Para ello, necesitamos saber cómo comunicar con intención, con claridad y con una estrategia emocional y mental adecuada. Y entender que escuchar de verdad es un acto voluntario. Si quieres que te escuchen, tienes que facilitar que eso ocurra, cuidando no solo lo que dices, sino, también, cómo lo dices.
Un ejemplo claro, que todos tenemos en mente y que permite visualizar a qué nos estamos refiriendo, es Steve Jobs, cuya habilidad comunicativa es objeto de estudio. Era capaz de utilizar imágenes potentes, pausas estratégicas y una estructura clara en sus discursos, pero, sobre todo, de conectar lo racional con lo emocional. Sus mensajes no solo se entendían; se sentían. Y, por eso, se recuerdan
No necesitas un auditorio lleno ni un producto revolucionario para aplicar estos principios. Basta con que quieras que tu mensaje llegue más lejos y que estés dispuesto a entrenar nuevas formas de comunicar. Puedes aplicarlas en tu próxima reunión, en una conversación personal importante o, incluso, en un mensaje en voz alta que te autodirijas. Porque, como ya hemos comentado muchas veces, el primer ámbito a trabajar es cómo te comunicas y cómo hablas contigo.
En este episodio, comparto tres técnicas o recursos sencillos que puedes aplicar desde ya, sin necesidad de dominar técnicas complejas ni convertirte en orador profesional. Te ayudarán a entrenar tu capacidad de compartir lo que piensas de manera que conecte, inspire y construya.
Te animo a experimentar con ellas y a comprobar qué efecto tienen en la manera en la que los demás te escuchan, te entienden… y te recuerdan.