En nuestro día a día, vamos generando caminos recurrentes y repetitivos con nuestras conductas o comportamientos y, pasamos tantas veces por ellos, que van marcándose con intensidad, hasta que olvidamos que existen rutas alternativas. Lo mismo sucede en nuestra mente: creamos unos patrones mentales1 tan profundos que nos es dificilísimo ‘escapar’ de ellos.
Solo pensamos en alternativas cuando llega una tormenta, cuando sucede algo inesperado, cuando nos encontramos ante una crisis o nos enfrentamos a un momento de cambio profundo 🌀🌀.
Pero, ¿y, si en vez de esperar a que la tormenta llegue, eres tú quien la ‘provoca’ de manera consciente?
Déjame que te cuente una historia que seguramente te va a ayudar a entender lo que te estoy planteando…